En los centros zen urbanos seguimos una práctica regular de meditación zen, varias veces por semana. Bien por las mañanas temprano, bien por las tardes o los sábados por la mañana, cada centro ofrece sus propios horarios de práctica. La práctica regular de la meditación zen es la mejor manera de permanecer en un estado de atención sosegada durante las múltiples tareas de la vida cotidiana. La atmósfera del grupo refuerza la determinación individual de cada uno y crea vínculos espirituales profundos entre los practicantes. El único secreto del Zen es la continuidad de la práctica de meditación.